A todos los que vienen a este lugar!

Al tener los intereses que tengo, los amigos que tengo y los gustos que tengo, en este lugar encontrarás de todo.
películas, música, libros, críticas y comentarios sobre de todo un poco, recomendaciones y un cuanto se te ocurra.
¡que lo pases bien!

viernes, 2 de diciembre de 2011

Camino a Babilonia: Nelson

continuamos:

Con un importante retraso, por fin les traigo el primer capítulo de "Camino a Babilonia". Lamento la demora, pero esta semana resultó bastante complicada. Es más, desde la próxima se pone aún más complicado el asunto tiempo, pero realmente haré lo posible por no hacerlos esperar tanto.
Cada vez que presente un capítulo, pretendo dejar unas palabritas explicativas que les cuenten un poquito el proceso de creación a fin de que me conozcan un poco más. Puede que les dé lo mismo, pero de todos modos ahí estará cada vez que regrese a este lugar con algo nuevo.

Cuando el germen de una idea que se pretende poner por escrito se visualiza, normalmente la idea original o primigenia se vuelve lentamente clara hasta que toma una forma general y definida. Normalmente, y tras darle algunas vueltas, se inicia el proceso de creación de los personajes que le darán el componente necesario para que tienda a dar forma al proceso de identificación del lector con el, o los personajes creados. En mi caso esto fue justamente así. Nació la idea, tomó forma y se aclaró (más o menos) en mi mente. Luego vinieron los personajes, sus personalidades, sus historias, sus anhelos, deseos, sueños, etc.
Como les contaba en la presentación del prólogo, llevaba muchas lecturas de ficción en el cuerpo cuando el bichito de esta historia comenzó a darme picores. Pues bien, además de eso de cierto modo algo lento, me bajó cierto interés por las novelas históricas. Los Reyes Malditos de Maurice Druon, la saga de Cato de Simon Scarrow y el Honor del Samuray de Takashi Matsuoka entre otros. Como decía la otra vez, sin embargo llegó a mi poder “Capitán de Mar y Guerra” de Patrick O’Brian y todo cambió. Quise en ese momento que la historia tuviese (dentro de lo que la Space Opera permite) el mayor y mejor parecido posible con la narración de las novelas marítimas de este escritor y otros como Alexander Kent o C. S. Forester. No sería fácil, pero estaba decidido a lograrlo fuese como fuese.
En todas las sagas navales que he leído (salvo una) la historia personal del protagonista, casi de modo invariable, se inicia cuando parte su periplo como Guardiamarina en algún buque de la armada respectiva. La excepción es justamente la saga escrita por Patrick O’Brian, que se inicia con un Jack Aubrey que recibe un mando junto al rango de Capitán de Corbeta, “La HMS Sophie, corbeta de su Majestad”. Como mi intención no era escribir una Larga saga naval de Space Opera, el relato parte con un individuo que ya ha tenido el mando de más de algún navío.
Mientras fui avanzando en la narración, fui contando su historia y las cosas por las que había pasado antes del momento actual, pero siempre con la idea de ser solo algo referencial, solo para explicar las razones del por qué cada personaje actúa de la forma en que lo podrán leer.
Para mi desgracia, no me di cuenta de 2 factores importantísimos:
El primero fue que se hacía necesario colocar más personajes que tuvieran por misión complementar al protagonista en las andanzas, de modo que la obra lentamente se fue transformando en un relato coral. Con ello, sin darme cuenta de pronto la historia creció…, y creció mucho.
Lo segundo fue que sin darme cuenta tampoco, fui investigando lo tremendo y arduo que resultaba, y que resulta aún hoy el proceso de “Armado”, suministro y servicio de un navío de cualquier flota marítima de cualquier país. Dicho proceso es aún peor si se trata de un navío militar. Si hablamos de uno nuevo, el proceso resulta difícil de describir.
Hoy en día el asunto ha dejado de ser algo muy complicado que se diga. Si a algún barco de la Armada le escasean las provisiones, un avión o helicóptero le deja caer unos paquetitos con comida y repuestos y ya está. Los problemas se ven medio solucionados. Por el contrario en la época antigua, cuando la Real Armada Británica intentaba frenar a Napoleón, si había cualquier problema con los suministros de la embarcación, era un verdadero problema. Sobran las crónicas y documentos que dan cuenta del desastre que toneles en mal estado producían al pudrir la comida, arruinar el agua potable o deteriorar el ron. Esto último podía derivar (y así ocurrió en ciertas ocasiones) en un motín. El cómo en las largas travesías que cruzaban el atlántico los marineros (y muchas veces también los oficiales) se tenían que conformar con carne salada y guardada en toneles años antes. Cómo muchas veces hasta la más pequeña llovizna se intentaba aprovechar para capturar la preciada agua dulce que caía, usando lonas de las velas del barco para recoger el agua y permitir que cayese al interior de los toneles.
Pues bien, todo esto llevado al basto espacio, me permitió asemejar mucho las condiciones de los antiguos barcos de guerra con, por ejemplo, navíos que se pudiesen desplazar por el espacio.
¿Y por qué les cuento todo esto?
Simple. Gracias a la investigación que realicé sobre barcos antiguos y modernos, no me di cuenta que la historia estaba creciendo aún más. Así que Camino a Babilonia está dividida en 2 partes:
La primera presenta a los personajes principales, muestra de pasada a varios secundarios y muestra cómo unos y otros se ven enfrentados, en mayor o menor medida al asunto del “Armado” de un navío.
Puede parecer lento al inicio, pero realmente quise mostrar lo complicado que podría llegar a ser la eventualidad de tales asuntos si de una vez por todas el hombre se dedica a viajar por las estrellas.

Desde luego este primer capítulo les mostrará al hombre que como capitán del Danubio será el responsable de los hombres y mujeres de su dotación.
Curiosamente, y mientras avancen en la lectura, se darán cuenta (al menos eso espero) de que me inventé un protagonista, para solo terminar quedándome con otro.

Y bueno, no los mareo más, ya les diré algunas otras cosas más adelante. Mientras tanto, si quieren leer de inmediato, pueden entrar en Este sitio.

Si prefieren bajar el texto en formato DOC, pueden descargarlo Vía X7.to o bien Vía Megaupload.

Nuevamente agradezco a Elwin y Charo por su ayuda, pero principalmente a mi primer lector y crítico. Mi hermano, Vladimir Spiegel.

El capítulo 2 espero dejárselos el lunes como muy tarde, y nuevamente van las disculpas por la demora.

Como siempre, un placer.
¡Ah! Antes que se me olvide, la novela está escrita en su totalidad hace tiempo, pero estoy en proceso de corrección lo más exhaustiva que puedo. De ahí que de vez en vez se produzca alguna demora.
Finalmente, cuando termine la publicación por capítulos, puede, y digo que puede que me anime a subir todo al completo, en un solo archivo con formato bonito, algunas notas y citas. Eso se verá en su momento y francamente no sé si lo haga. En fin…

Jano.